A muchos les sonará irrisorio si les dijera que el momento en que lavamos nuestros autos, es cuando más daño le hacemos… sí, de lo contrario ¿de qué otra forma es que se raya tanto la pintura?
Este artículo repasa en detalle lo que hacemos mal cuando lavamos un auto, tiene argumento y algo de ironía para reforzar la idea, ¿listo?

Si lo piensas bien, los momentos en que la pintura del auto está en contacto con otras superficies, es mínimo, excepto cuando ponemos un cobertor (aunque esté forrado con peyejo de cariñositos, muchos me han dicho «imposible que mi cobertor raye, es acolchado), el proceso de lavado es cuando más tocamos la pintura y ésta se raya por arte de nosotros mismos, sí, somos brutos.

Un poco de teoría para entender
Físicamente las rayas que vemos en la pintura son microsurcos en la superficie, éstos se producen por acción de otros materiales más duros que la propia pintura, es decir, restos de piedras, residuos de metales, residuos ambientales… contaminación en general.

Estas partículas generan surcos cuando éstas se arrastran sobre la pintura, sobre todo cuando se arrastran con presión. Las partículas se juntan unas con otras generando una “pasta” que actúa de la misma forma que cuando nosotros pasamos papel lija sobre un pedazo de madera: La lija está llena de partículas pequeñas que juntas, al arrastrarlas contra la madera, ésta se gasta y se “raya”.
Cuando no lavamos bien el auto, con las herramientas y pasos adecuados, finalmente creamos una “lija” de partículas y terminamos rayando la pintura.
Antes de pasar a describir un proceso de lavado y señalar los principales errores, es importante entender otra parte importante del argumento -para que de verdad me creas-:
Las pinturas automotrices han evolucionado enormemente con los años, pasando de ser gruesas capas de mezclas tóxicas con químicos y plomo, hasta delgadísimas capas de mezclas en base a agua el día de hoy (muy ecofriendly). Antiguamente las pinturas eran muy gruesas y eran kilos importantes que se le agregaban a los autos -más pesadas que tu suegra-, eran blandas y era posible sacar brillo fácilmente con la mano, no se necesitaban máquinas para lograr buenos acabados. Hoy las capas de pinturas son tremendamente eficientes, son más delgadas que una hoja de papel y se necesitan herramientas muy especiales para lograr buenos acabados, ¿son más duras que antes? Sí, pero no del todo.
Las pinturas no pueden ser duras y resistentes a todo por las siguientes razones:
- Deben expandirse y contraerse con el calor y al ritmo de los materiales donde se aplican, el plástico y los metales se expanden y contraen con la temperatura, si la pintura no hace lo mismo, ésta se romperá al primer cambio. (Así como te rompió tu ex)
- Deben ser flexibles para no romperse con las piedras y pequeños impactos. Si las pinturas no fuesen flexibles, éstas liberarían grandes trozos al ser impactadas por cualquier elemento.
Ni siquiera evitamos que las más duras pantallas de cristal de nuestros teléfonos se rayen al contacto con nuestros dedos (esas manos callosas que tanto trabajan), por más tratamientos que tengan, siempre se rayarán en algún momento.
La práctica
¿Qué hacemos mal?
En general muchas cosas -y lavando el auto también-. La primera es creer que entre más espuma y más detergente apliquemos es mejor, quizás se pasarán el rollo de que Sydney Sweeney o Brad Pitt (depende de quién esté leyendo) vendrá a ayudarlos en traje de baño haciendo show con la espuma. El champú automotriz de buena calidad es más aceitoso que espumoso, incluso muchos productos no producen espuma -qué pena-. La razón principal, es que químicamente actúan soltando partículas incrustadas en la superficie y lo más importante: deben formar una capa lubricante para que, cuando pasemos un guante, las partículas que se liberen se arrastren sin producir daño. (No, no es para lo otro que imaginaste).
La espuma no es más que un globo de jabón con aire, no te está ayudando a que el auto quede más limpio. Tampoco son nanoburbujas radioactivas que actúan en las moléculas de la superficie -el argumento ganador-.

Los detergentes comunes son sólo eso, detergentes, no tienen poder de lubricación, están enfocados en disolver químicamente partículas orgánicas y en los casos más agresivos, partículas de otros materiales. Usar el lavaloza, el champú para el pelo o el jabón para lavarse las manos es lo peor que puedes hacer, por algo es el champú “para el pelo”, “para lavar la loza”, no para lavar el auto ¿se entiende?

Lo segundo que hacemos mal, es aplicar mucha fuerza al lavar, creyendo que al restregar la superficie la dejaremos más limpia: NO. El buen champú hace su trabajo sin necesidad de tu ayuda restregando. No restriegues, no saldrá un genio a cumplir tus deseos.
Las partes de los automóviles que más daño sufren son el techo, el capó y el maletero. Superficies horizontales donde aplicamos mucha fuerza con el brazo, debido al ángulo y a que por inercia presionamos más.
Lo tercero que hacemos mal, es utilizar paños, esponjas y mangas de lavado con exceso de contaminación. Cuando lavas el auto o limpias una superficie, estás retirando contaminación que se adhiere en el paño ¿o crees que desaparece?, NO, queda en tu paño. Éste se satura de contaminación y finalmente, aunque lo pases con la suavidad de una flor, vas a rayar la superficie.
Los paños y herramientas se ensucian, hay que limpiarlas también. No porque el paño aún se ve amarillo sirve para la próxima limpieza. Deja la pereza y lávalo, los paños son de un solo uso o… ¿guardas el papel higiénico con que te limpiaste atrás para la próxima vez?

Mientras lavas el auto, la manga de lavado también se satura, si estás lavando los laterales y sacando barro, pasa la manga con cuidado y sácale el barro antes de volver a remojar en champú, para esto algunos usan un segundo balde con agua para enjuagar la manga, pero es medio inútil si no estás sacando grandes cantidades de suciedad.
Hay más técnica que aprender y más detalles. También hay muchas otras mentiras -como el snow foam-, pero son temas que dejaré para otro capítulo, ya llevo mucho texto y debes estar cansado de leer. (nanai… pobre).
Claves:
- Ningún champú, por caro que sea, evitará que el auto se raye. Hay unos mejores que otros: Sí.
- Ninguna manga de lavado, aunque esté compuesta del pelo de Falkor (el dragón de “Never Ending Story” para los viejos) o del pelo de Margot Robbie, evitará que rayes el auto si es que no sabes usarla adecuadamente… si no la mantienes limpia… etc.
- La técnica es tan importante como los productos, incluso una buena técnica sin los productos adecuados puede ser más que suficiente.

Sí, lavar autos BIEN, para conservarlos y no dañarlos, es un arte. No es sólo tomar un tarro con agua, la muestra del lavaloza que te regalaron y un pañal o el calzoncillo que diste de baja.

Guillermo Zuñiga – Sept. 2025.