Luego de un largo tiempo con muy pocas actividades en el ambiente automotor, sobre todo en el de los autos antiguos e históricos, nos enteramos que regresaría uno de los eventos clásicos en la zona central chilena, el Rally de Casablanca. No quisimos estar ausentes en esta cita de regularidad, reservada para autos coupé clásicos e históricos del Club de Automóviles Antiguos de Chile (CAACH).
La largada en la pastelería Mozart de la zona oriente de Santiago supone ser el preámbulo perfecto para un evento de este tipo. El café y los dulces de «La Mozart» ayudan para capear el frío abrazador del fin de otoño, mientras nos preparamos entre todos esos hermosos autos deportivos para largar un viaje de alrededor de 300 kilómetros.
La primera parte del Rally tomaría la ruta 68 para salir desde la capital hacia Casablanca, para luego desviar el camino hacia la zona de lagunillas. El nombre del rally podría dejarlos con la idea de que todo concluye en Casablanca, pero el espíritu de la prueba es llevarnos por el valle de Casablanca y la tradición vitivinícola de la zona, bastante amplia.
Luego de integrarnos en la zona de La Rudilla, el «roadbook» nos lleva los pueblos de La Chacarilla, Los Lunes y El Turco por la espectacular ruta G-952, donde creemos que hicimos los mejores spots de fotografías de todo el rally. Por nuestra falta de training en estos eventos, perdimos el camino al llegar a la Ruta 68, pero logramos retomar hacia Melipilla, donde nos acercábamos a nuestro destino final: Carmen Alto, muy cercano a El Monte e Isla de Maipo, al sur de la capital Metropolitana.
La última parte del tramo, hacia La Viluma, Carmen Alto y Carmen bajo, es otra joya que nos regaló el rally, no es muy extensa pero altamente recomendada para quienes quieren conocer y tomar la ruta hacia lugares cercanos y poco conocidos.
El final fue llegando a La Viña Las Araucarias, un lugar dedicado al vino, muy campestre y con un restorán que no podíamos dejar de visitar. La viña se dedica a los vinos orgánicos, con un fuerte sello familiar y con una gran variedad de vinos para ofrecer a sus visitantes.
Siempre es una buena e imperdible oportunidad para apreciar y ver rodar autos antiguos, los que, nunca han dejado de ser soñados por grandes y chicos. Deportivos de todas las épocas y partes del mundo se reunieron en este rally de regularidad, ganado por un Lancia Flavia en un hermoso y elegante color plata.
La armada japonesa no estuvo ausente, sorprendiendo con un Toyota Celica Liftback de primera generación haciendo dúo con un Datsun 240Z, ambos en el tradicional color blanco. Chevrolet Belair, Ford Thunderbird, Ford Mustang, Chevrolet Camaro, Chevrolet Corvette, entre muchos otros hicieron presente la voz de los autos americanos.
El majestuoso Jaguar XK120 comandó a los ingleses, mientras que el Ferrari 365 GTB/4 Daytona Coupé destacó entre los italianos. No podemos dejar de hablar del Lotus Elan azul, pequeño gigante que quebraba el paisaje con su color y líneas inconfundibles, mientras que, el Volvo PV544 B10 nos recordaba la era de los autos redondos.
Podríamos seguir, pero la lista se extiende demasiado. Como ven, un rally no se trata de la competencia o sólo un viaje por la ruta, es un viaje al pasado y a los principios escenciales que llevaron a hombres soñadores para crear estas máquinas deportivas: la libertad y la ruta.
Agradecemos al Club de Autos Antiguos de Chile por permitirnos ser parte del 12° Rally de Casablanca y poder compartir esta historia y fotografías con nuestros lectores.