Lexus tiene algo que las otras marcas japonesas de lujo no tienen de forma tan marcada, el diseño rompedor. A veces es tan rompedor que causa algo de conflictos al momento de contemplar uno de sus modelos.
Sus quiebres de líneas y proporciones son casi como un nuevo parámetro de ver el diseño automotriz, y eso es algo emocionante, en días que los autos se parecen cada vez más unos con otros.
El Lexus LC500 nos recuerda mucho, pero muchísimo al LF-A, tanto, que se podría considerar como un hermano menor del mismo. La marca implementó mucho de lo que aprendió con el LF-A en el LC500, pero de una forma más racional (ajustándose a rangos de precios más normales). Es un deportivo, pero algunas cifras nos dan a entender que es más una escultura bella con notas entretenidas para rodar en la calle. Su peso de 2 toneladas le quitan algo la emoción a esos 471 caballos de potencia propuestos por el motor V8 de 5 litros.
El torque está en lo justo con 540 Nm, unidos a una -aburrida- caja de interminables 10 marchas. Sí, ahora has entendido?
pequeños detalles en su ficha técnica nos hacen dar saltos de desilución. Pero, hay más que eso. 4.4 segundos de 0 a 100 km/h y 270 km/h de velocidad máxima lo hacen respetable de igual manera.
Probablemente si lo comparo con otros competidores del segmento, el LC500 tenga mucho que perder, pero hay cosas más allá de las cifras duras que me llaman poderosamente la atención: sus líneas de diseño.
Un deportivo no es un concepto racional, generalmente son autos bastante brutos y complicados de usar, por lo que no es una compra que se hace con la cabeza bien puesta, es una compra que se hace con el corazón.
Es ahí donde me emociono. Es un auto bello, los líneas son esbeltas y tiene formas que no se repiten en otros modelos. Es agradable que traiga al recuerdo vivo del LF-A sin ser una copia, es más una inspiración.
Una de las cosas bastante bien logradas en el LF-A y que se replica en este modelo, es el audio Mark Levinson con un resultado de claridad realmente brillante, quizás dentro del Top5 de los audios de fábrica.
Me saco el sombrero por un auto que emociona, algo que no es muy normal en la actualidad, donde generalmente los autos son reciclados de otros autos y siguen una línea comercial muy clara que les quita personalidad.