Llantas, su historia y evolución

by Pablo Olivera

Si hay un elemento del cual debemos estar agradecidos de su existencia es la rueda, la gran invención que nace en la era del paleolítico, uno de los primeros artilugios diseñados que ha ido continuamente conduciendo nuestra civilización, pero si filtramos un poco más, realmente la primera rueda con fines de transporte se aproxima al 3200 A.C., cumpliendo con el objetivo de mover los carros de Mesopotamia. Actualmente la rueda es conformada por el neumático y la llanta, nuestro enfoque va a este último componente, posee protagonismo propio en los vehículos por medio del diseño que debe complementarse armoniosamente con la carrocería, entrega el carácter que define el estilo del vehículo, por otro lado la tecnología que involucra a la hora de fabricarla debe cumplir con la responsabilidad de garantizar las exigencias más extremas a las que se somete el automóvil.


La llanta ha ido progresando en conjunto con la evolución del automóvil, las primeras eran facturadas en su totalidad en madera por medio de múltiples rayos acopladas a una circunferencia, así se hacía más ligera y maniobrable – recordemos que las primeras ruedas eran un bloque macizo de madera – conllevando luego a la exploración por el metal que reemplazaría la madera. Es así como nos remontarnos al mítico automóvil Benz Patent Motorwagen de Karl Benz de 1885, considerado el primer vehículo del mundo, es conformado por tres ruedas con llantas de diseño multirayo completamente metálicas, como las de una bicicleta, contaba con una goma dura en todo su contorno considerado como neumático. Dicho diseño responde a la manera más simple de tensar una circunferencia metálica y asociarlo a una masa que encajará en el eje central, siguiendo con el lenguaje multirayo de la llanta en madera.


En 1908 Ford saca a producción el modelo “T” el vehículo encargado de poner sobre ruedas a Estados Unidos, como el objetivo es ofrecer un vehículo de bajo costo, estuvo 18 años fabricándose con llantas de rayos de madera y circunferencia metálica, siendo recién en 1926 cuando se empiezan a manufacturar sus llantas de acero en su totalidad. El trabajo en acero fundido otorga a la llanta dar un salto en su evolución, ya que se logra conformar una sola gran pieza metálica, lo cual otorga mayor seguridad al conductor y alcanzar velocidades más altas.
Pero no es hasta la invención de la llanta de aleación cuando se logran los máximos desafíos, están hechas a partir de aluminio y aleaciones de silicio o magnesio, sus cualidades principales son ser más ligeras, mayor rigidez y también son más atractivas a la vista, le permiten al diseñador una libertad casi ilimitada en términos de estilo, por lo que según su diseño además favorecen a disipar el calor prolongando la vida útil de los frenos. Quien goza el título de introducir por primera vez una llanta de aleación a un automóvil es Ettore Bugatti en su Tipo 35 de 1924, fue pionero en el uso del aluminio fundido para la fabricación de una llanta, incorporándole a este el freno de tambor, lo que concluye en un elemento que le registra un considerable ahorro de peso y eficiencia del frenado, ya que las llantas actúan como grandes disipadores de calor.
Paradójicamente, a mediados de la década del 20 se comienza a explorar una llanta maciza metálica, tipo disco, que se asemeja más a los diseños sólidos iniciales, en virtud de ser relativamente ligero, rígido, resistente a los daños y fácil de producir en grandes cantidades, la marca Hispano Suiza equipó varios de sus modelos con este diseño hasta finales de los 30.


Gracias a los avances en el trabajo del metal fundido se comienza a poner énfasis cada vez más en el diseño para conformar la llanta, es así como podemos observar desde finales de la década del 20 marcas como Maserati, Aston Martin, Jaguar, Alfa Romeo, Bugatti, Iso Rivolta o Pegaso que equipan sus modelos con un estilo de llanta en común, la legendaria llanta de multirayos «Borrani», se diseña en base a una problemática que surge en los primeros años del automovilismo deportivo, la calidad de los neumáticos era muy inferior a lo recomendable para un uso deportivo,  y los pinchazos o reventones estaban a la orden del día. Esto hacía que se perdiera tiempo muy valioso en el cambio de ruedas, la solución a este problema fue el invento de las llantas de radios con un único buje montado con una tuerca central, desarrollado por la compañía Rudge Withworth Coventry. Las marcas mencionadas anteriormente recurrieron durante mucho tiempo a la Borrani,  para calzar sus más glamurosas y deportivas creaciones a los automóviles, se beneficiaron de su legendaria ligereza y belleza, no desistiendo su uso hasta finales de la década del 60.


Si bien la llanta de acero a través del tiempo ha sido utilizada considerablemente por su bajo costo, hoy las llantas de aleación son empleadas por la gran mayoría de los fabricantes de automóviles como elemento clave de estilo. Ferrari comenzó a ofrecer su primera llanta de aleación de magnesio llamada «Cromodora» en el 275 GTB de 1964, posee un diseño robusto marcado por anchos rayos y elementos de volumetría, surge como una alternativa a la clásica «Borrani».  En el caso de Lamborghini, el Miura cuando fue presentado en el Salón de Ginebra de 1966, estuvo dotado de las llantas «Campagnolo magnesio», que son de gran similitud en comparación a las Cromodora que utilizaba Ferrari.
Otro diseño clásico de llantas que gozan de ser muy reconocidas actualmente, son las llantas de magnesio «Halibrand», es la llanta que se usó en los legendarios modelos de competencia americanos como el Ford GT40 y el Shelby Cobra a mediados de la década del 60; su diseño reflotó gracias al cine, cobrando gran protagonismo en la película “60 Segundos”, junto con el atrevido Ford Mustang GT500 Eleanor. Las marcas se han encargado de poseer cada una un diseño de llanta que los caracterice y los dote de identidad, Porsche se unió a la refriega con la llanta «Fuchs» en aluminio forjado que la equipan los modelos 911 desde 1964 hasta 1988; Mercedes por su lado lo hizo con la llanta «Bundt» equipando gran parte de sus modelos de la década del 70 y parte del 80, pero en 1982 con el debut de la serie 190e se produjo la introducción de un nuevo diseño de llanta de aleación, que posee una estética más minimalista, suave y con una amplia superficie en el centro que eventualmente reemplazó por completo a la «Bundt».
La «Minilite» se posiciona como una de los grandes diseños de llantas de la historia automotriz, fué probablemente la llanta del mercado de accesorios más popular de todos durante décadas en carreteras y pistas. Originalmente desarrollado y lanzada en magnesio para el Mini, luego fue construida en aluminio. Las «Minilites» fueron empleadas por los equipos de competición de fábrica en rallyes Europeos, como también para el campeonato Trans-Am de EE.UU. En 1970 se incorporó como equipamiento original en el Ford Capri Mk I RS, y ha traspasado actualmente a seguir utilizándola en variados modelos que se restauran y se les quiere dar una imagen retro de los años 70, como es en el caso de los Volskwagen Beetle o modelos japoneses como el Nissan Fairlady , Honda Civic o Toyota Celica, entre otros, siendo este modelo completamente transversal a múltiples marcas de diversos países, como también al estilo de carrocería del automóvil.

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